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Carmen, la historia

Esta noche de invierno está resultando ser más fría de lo que imaginé. Y eso me recuerda a ella. Le gustaba tanto esta estación, leer uno de sus libros y tomar té, el café nunca fue de su agrado y para una persona como ella, resultaba ser descabellado.  Miro por la ventana de mi departamento y me deleito con las luces de la ciudad por la noche, ¿qué estaría haciendo? ¿Leyendo antes de dormir? ¿Escribiendo algo para mí? Hace tiempo que no me dedica unas palabras… o quizás esté mirando la luna y pensando que alguien, aparte de mi, también la está viendo. Con mi cámara tomo una foto, es un hábito que aún conservo. Pienso en las pocas fotos que tengo con ella… nunca fue de su agrado estar frente a una cámara y a pesar de los años que han pasado, aún se resiste a sonreír cuando se lo pido. Tengo un café como acompañante. La única luz que me ilumina es la de la sala y me recuerda lo grande que es mi casa y lo vacía que puede resultar cuando mis amigos no están aquí. Silencio. Medito
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Agosto

Hace cuatro meses te fuiste. Lo más irónico del amor es que en algún momento guardamos duelo por alguien que está vivo. Mayo fue doloroso, Junio fue doloroso. Julio me desgarró por completo. Sin embargo, Agosto se llevó consigo todo lo que alguna vez pensé que construiríamos juntos. Lloré más veces de las que puedo recordar, grité contra mi almohada pero también tuve el valor de borrarte. Eliminar tus mensajes con promesas vacías, tus te quiero que hoy solo me saben a desesperanza, eliminé tu número de teléfono que me costaba memorizarme. Te eliminé de mis redes sociales porque tenía que seguir mi proceso. Te ví varias veces, en una de ellas, mirándote a los ojos en el elevador quería gritarte cuánto te extrañaba, cuan nerviosa me ponías y así aún podíamos tomarnos el café que nos debemos. Pero no lo hice. Tomé otras decisiones. Verte y aceptar que ya no estás en mi vida. Y, como te dije alguna vez, yo sé que puedo vivir sin ti. Pero no quiero. Y, esta vez, ya no importa lo que yo quie

Sobre la vez que decidí intentarlo de nuevo

  Escrito el 17 de Marzo de 2023. 18:31hrs. Extraído de mi diario. Hola. Soy yo. He vuelto. Temporalmente, creo. Han pasado casi tres meses (momento en el que escribo esta entrada) pero siento que ha sido mucho más tiempo. El 2022 me dejó tan mal herida que mi vida se encontraba en un constante adormecimiento y estaba siendo manejada por un piloto automático que, espero, ya no esté. Muchísimas cosas pasaron, cosas que no me animé a contar pero que tampoco fueron necesarias ventilar porque era muy obvio. Me tropecé un par de veces, ambas dolieron mucho, pero me tocó seguir. No tenía de otra. Me refugié en la universidad, el trabajo y mis amigas. Lloré. Lloré mucho. Ignoré lo que sentía hasta que no pude más y pisé el consultorio de Greg nuevamente. Veía como mis padres me levantaban del piso y me culpaban por algo que yo no había hecho. No tenía un lugar seguro. Me perdí en el camino. Estaba sola. Estaba en el hoyo. Nuevamente. Dejé que algo de tiempo pase. Me di cuenta que no podía san

Enamorarme de él

  Escrito el 22 de Marzo del 2023 Ha pasado un mes y medio desde que lo conocí. Ha pasado un mes desde que nos dimos nuestro primer beso. Han pasado veinticuatro días desde nuestra cita. Han pasado dieciocho días desde su primera conjugación de dos palabras. Han pasado diez días desde su primera conjugación de dos palabras aún más profundas que la primera. Por la tarde vi un video que decía que las mejores relaciones (y en las que sabes que es una buena) cuando ambos se convierten en super cercanos en menos de un mes. Me identifico. Tengo muchas pruebas y cero dudas. Estoy enamorada. Y por primera vez, no me duele estarlo. Lo único que me duele son los pensamientos en mi cabeza, todos y cada uno de ellos. Los pensamientos en los que me deja, en los que se enamora de otra chica, ya saben, una menos violentada física y mentalmente, una con menos -mucho- menos trauma de la infancia. Esas duelen. No siempre, casi nunca, pero ahí rondan. Entonces se los digo, escucha e imagino que mentalmen

Sobre la noche que quise quitarme la vida

  Escrito el 20 de Marzo del 2023. 21:30hrs . No estoy muriendo, pero estoy sangrando. He dedicado cada una de mis noches de la última semana en llorar. Llorar como si me arrancaran la piel de los huesos. Le escribí a Greg, entendí qué era lo que me pasaba. Pensé que estaría mejor. No. Las tijeras de mi escritorio de gritaban de manera ahogada mi nombre. Por favor, paren. Todo está regresando. No es temporal, no va a durar unos días como siempre, ¿entonces cuánto? Ya no puedo más. Quisiera que ya no duela más. He sufrido mucho. Mi dolor es normal.  No esta noche.  Esta noche quiero quitarme la vida. Soy cobarde. No puedo, no quiero. No me atrevo. Alguien alguna vez me dijo que por qué quería quitarme la vida si aparentemente tengo todo. Porque yo me siento como nada. Mi cabeza dice que soy nada. Divago. Suspiro. Las lágrimas no dejan de caer. Nuevamente, mis tijeras gritan mi nombre. Hazlo. He tocado fondo. La última vez que pensé en quitarme la vida fue en Enero.  Entonces, trato de b

Dónde estoy, cómo estoy y para dónde voy

  Yo creí que este sería mi año, el año en que las cosas me iban a salir bien. Pero todo salió mal, muy mal. Tomaron mis miedos y los usaron en mi contra, no me rompieron el corazón pero sí me lastimaron. Me hicieron llorar, me hice llorar. Lloré, lloré mucho y me dije a mí misma que no volvería a pasar por lo mismo. Entonces, yo empecé a limpiar el desastre y recoger las piezas rotas. Y lloré nuevamente. Porque no podía hacerlo sola. El tiempo me ayudó a acomodar, a entender, a aceptar y, sobretodo, a no volver. En el transcurso de los meses, me perdí una infinidad de veces y traté de encontrarme en algunas ocasiones. No funcionó, bueno, funcionó a medias. No quería mirar la verdad frente a mis narices hasta mucho después. Acepté. No dudé. Dejé de llorar. Encontré en mis niños un lugar de paz, tranquilidad, un escape, un lugar que no conoce nadie. Me aferré a eso. Cuatro meses de altas y bajas. Septiembre llegó. Las cosas giraron nuevamente y me volví a perder. Pero esta vez me tomó m

A la persona que va a quererme a mi y a la ansiedad que tengo

  A la persona que va a quererme a mí y a la ansiedad que tengo, tienes que saber que no será fácil. Que va a ser complicado y que es trabajo de todos los días. A la persona que va a quererme a mí y a la ansiedad que tengo, tienes que aceptar que lo que soy ahora es producto de malas experiencias, mentiras, violencia, malos tratos, traumas, entre otros. Que no es que siga viviendo en el pasado, es solo que en mi cabeza ya tengo pensado los noventa y nueve escenarios por los que no vamos a funcionar y otras noventa y nueve formas de cómo resolverlos. Pero lo cierto es que al final siempre pasará la número cien. A la persona que va a quererme a mí y a la ansiedad que tengo, tienes que hacerte de la idea que necesito que me diga que me amas cada día porque sino, pensaré que hice algo mal las veinte tres horas y cincuenta y nueve minutos restantes del día. Espero que puedas entender que vivo con ansiedad constantemente y no dejo de pensar en que todo a mi alrededor está mal o terminará mal

El día que me digas que me amas

    Escrito antes del 04 de mayo. El día que me digas que me amas no sabré que decirte o cómo responderte. Supongo habré roto en llanto tratando de repetirme esas palabras en mi cabeza mientras tú me miras a los ojos tratando de leer mi mirada. El día que me digas que me amas no estaré lista, no lo esperaré. Estaré usando jeans o quizás solo en ropa interior. Habremos tenido sexo antes o lo tendremos después. El día que me digas que me amas escribiré al respecto en mi diario, lloraré lágrimas de felicidad y sabré que es cierto lo que sientes. No le contaré a nadie, mentira, a casi nadie. Le contaré a mi mejor amiga y le diré que no sabía que decir.  El día que me digas que me amas podrás hacerlo mirándome de frente o por teléfono, como el día que me dijiste que me querías. El día que me digas que me amas será un día cualquiera o una fecha especial, un doce, un día de mayo o quizás un día de julio. El día que me digas que me amas te pediré que lo digas nuevamente, pretenderé que no te e